EL CORAZóN DE LAS SIERRAS. 500 hectáreas en un paraje desolado y de vegetación escasa. El pueblo más cercano quedaba a más de 20km a lomo de mula, no había arboles, ni caminos, ni puentes para acceder a este territorio cercado por ríos. Para llegar aquí, Helmut había tenido que viajar unos 700km en tren hasta Alta Gracia, 30km más en auto y más de tres horas a caballo por un sendero apenas dibujado. La Cumbrecita era un campo perdido en el corazón de las sierras grandes de Córdoba.
El Dr. Helmut Cabjolsky había nacido en Berlín en 1892 y llegado a la Argentina con 40 años de edad, junto a su mujer y sus dos hijos, para hacerse cargo de una gerencia de la empresa Siemens Buenos Aires. El 7 de septiembre de 1934 se realiza la compra.
LOS PIONEROS. Ese mismo año son enviados desde Europa los pioneros Federico y Enrique Behrend, cuñados de Helmut. Su misión; trazar el camino de acceso al lugar y comenzar con la forestación. Durante todo ese año, los hermanos Behrend vivieron en carpas, pero aun así desarrollaron un vivero local, cercaron parte del campo para impedir el paso de los animales, trazaron una huella desde el pueblo más cercano e iniciaron la forestación del predio.
La primer edificación del pueblo se comenzó a construir en 1935; una casa de adobe de 8 habitaciones que albergaría a la familia durante el verano y algunos fines de semana. Los materiales utilizados para la construcción e incluso los víveres tenían que adquirirse inevitablemente en Alta Gracia, a más de 50km de allí.
En poco tiempo, la llegada de conocidos de la familia hizo que la construcción destinada a casa de veraneo comenzará a funcionar como una pequeña hostería. Algunos de los visitantes, atraídos por la belleza de la zona fueron convirtiéndose en los primeros habitantes de La Cumbrecita.
VILLA TURÍSTICA. Con el paso del tiempo y ante el crecimiento del lugar surge la idea de generar aquí un pueblo alpino al servicio del turismo. Se organiza el loteo, trazado de calles, las primeras edificaciones para los interesados y la provisión de agua. El encargado de llevar adelante esta planificación fue el Ing. Helmut Cabjolsky, hijo mayor de la familia. A partir de allí, a fuerza de trabajo, La Cumbrecita comienza su crecimiento, respetando sus raíces criollas, europeas y el medio natural que le da resguardo.
La Cumbrecita - Sitio Oficial. Todos los derechos reservados.