En cada rincón de nuestro pueblo, te soprenderán esculturas hechas de madera; el hada vigilando el bosque, los pioneros alemanes y criollos, ardillas, lechuzas, zorritos, un duende pescando una trucha, otro alimentando ardillas, observando el Cerro Cumbrecita, la capilla, entre otros.
Estas esculturas fueron realizada utilizando los restos de cipreses y cedros que quedaron en pie luego de una fuerte tormenta de viento que, en octubre de 2012, derribó unos 500 ejemplares. Muchos, antiguos y plantados por los pioneros, fueron seleccionados y el artista Luis Carlos Pérez, les dio vida.
Hoy, éstas obras de arte pueden ir descubriendose (algunas más escondidas que otras) mientras se recorren los diferentes rincones de nuestro pueblo
"...Sobre lo arrancado, sobre lo caído, decidimos crear estos espacios para el arte, fortaleciendo nuestra identidad y demostrando que, como nuestros antepasados, seguimos construyendo el pueblo que soñamos..."
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